Los pecados de la prensa melómana
Hablemos de abonos juveniles
Los abonos juveniles son un reclamo claro para rejuvenecer el público de los auditorios. Algunos conjuntos sinfónicos los han puesto en marcha con una buena acogida. Recorremos los modelos de las orquestas españolas y comparamos precios para darle una vuelta a la oferta madrileña. ¿Hacen las orquestas todo lo que pueden para propiciar el cambio generacional en sus salas de concierto?*
Sevilla es la decana en la oferta musical para jóvenes. Lleva casi una década ofreciendo 300 abonos para jóvenes que incluyen 14 de los 16 conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Cada año, cuando se ponen a la venta, los abonos se agotan en menos de una hora. El septiembre pasado ya no quedaban a los 10 minutos de abrir las taquillas. El precio, aunque se ha duplicado desde que se puso en marcha, es de 40 euros, el más barato de los comparados (en relación con el número de conciertos). Las entradas para un solo concierto cuestan 22 euros.
La Orquesta Sinfónica de Bilbao también se suma a esta iniciativa, y por 81 euros ofrece a los jóvenes nada menos que 17 conciertos, aunque las entradas para jóvenes para un solo concierto son también muy económicas: seis euros. La temporada de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña es más cara para los jóvenes: 115 euros por doce conciertos (contando con que se les haga el 70% máximo de descuento). La entrada para un concierto ronda aquí los ocho euros. Para la temporada completa de la Sinfónica de Valencia, que comprende solo 5 conciertos, el precio es el mismo para todos: 66 euros.
Ahora volvamos a nuestra Comunidad. Hemos tomado tres grandes orquestas con temporada como modelo: Orquesta de RTVE, Orquesta Nacional de España y Orquesta de la Comunidad de Madrid. La que tiene mejor nota es la ORCAM: tiene dos temporadas, una en el Auditorio Nacional y otra en los Teatros del Canal. Los 12 conciertos del Auditorio salen por 72 euros para los jóvenes (cada concierto por separado costaría 15 euros con rebaja para menores de 26); y los seis recitales del Canal, por 36 euros. Y cada entrada individual por 12.
Peor nota tiene la Orquesta de RTVE, con un abono medio de 144 euros (11 conciertos), aunque la entrada para un solo concierto se reduce a 15,5 euros tras aplicarle la rebaja por para menores de 26. La temporada más cara es la de la ONE, cuyos ciclos (dependiendo de los conciertos que se quieran, de 6 a 24) oscilan entre los 160 y los 480 euros, sin descuentos para jóvenes. Algo que arreglan con entradas para los conciertos que bajan hasta los 4 euros. Pero la importancia del abono es considerable: si le das al joven la posibilidad de ir a toda la temporada con un abono anual, probablemente vaya a más conciertos que si le obligas a pasar por taquilla antes de cada programa. Pero claro, esto solo es una opinión.
La Pasión según Cuenca
Más de 50 años de historia colocan a la Semana de Música Religiosa de Cuenca como uno de los festivales más importantes de España. A dos horas de la Puerta del Sol, la ciudad manchega es un destino con encanto en tiempos de crisis para pasar la Semana Santa en compañía de las partituras más hermosas y espirituales.
Se crea o no en el Creador o en un ser superior que gobierna nuestros designios, los que han creído en Dios durante siglos han plasmado en los pentagramas composiciones tremendamente inspiradas. Al rescate de ese repertorio que ya no llena nuestras catedrales ni se oye por nuestros monasterios, nació hace 51 años la Semana de Música Religiosa de Cuenca. Tras las celebraciones del medio siglo del festival el año pasado que culminó con un espectacular Apocalipsis de Jesús Torres, este año se ha intentado no bajar el nivel a pesar de la necesidad de recortes (su subvención ha descendido un 40%).
Este año, aunque están aún temblando por ese momento en que pensaron que iban a tener que cancelar el festival, la programación sigue ofreciendo grandes conciertos del 31 de marzo al 8 de abril. Muy interesante el concierto del Domingo de Ramos, por aquello de que es interesante escuchar la música que se componía en Nápoles para los oficios (normalmente lo que goza de fama es la ópera napolitana, que incluso Mozart fue a ver en sus inicios). Con obras de Cristofaro Caresana y Gaetano Venziano, llegan al festival los músicos de I Turchini, que actúan en el Auditorio de Cuenca con un programa de Tenebrae basado en la música para la Semana Santa napolitana.
El Lunes Santo hay que poner la mirada en el recital del Coro L'Échelle, que protagonizarán en la Iglesia de la Merced el estreno del encargo que ha hecho el festival en esta edición a Eduardo Soutullo. Aut Caesar aut nihil es la baza contemporánea de la organización para este año, como lo fue el año pasado el Apocalipsis. El Martes Santo hay que buscar las bóvedas góticas de la Catedral, donde Lorenzo Ghielmi dará vida en el órgano (no se lo pierdan) a obras de Frescobaldi, Bach, Cabanilles o Scarlatti.
El Miércoles Santo es para los amantes de la música de cámara: el Trío Kandinsky hace de la Iglesia de Santa Cruz su cuartel general para consagrarse aún más como uno de los grupos camerísticos más importantes del momento. Prueba de ello es el estreno absoluto que protagonizarán, con una obra de Josep María Guix dedicada al conjunto bajo el lema Slowly...in Mist. Y el Jueves Santo hay que regresar al Auditorio porque allí estará la prueba de que los británicos se toman esto de la música antigua con mucha seriedad: el King's Consort interpreta los dos réquiems clásicos vieneses (Haydn y Mozart).
A partir del Jueves Santo se paralizan las eucaristías, y es el momento de los oficios previos a la Pascua de Resurrección. Momentos intimistas y muy espirituales que el jueves, viernes y sábado están a cargo del grupo español Schola Antiqua que interpretarán la Misa Mille Regretz de Cristóbal de Morales (¡recordémoslo, que es el abuelo del Siglo de Oro de nuestra música!) en la Catedral.
Un gran momento tendrá lugar el Sábado Santo, y el lugar volverá a ser esa maravilla que es la Catedral de Cuenca. El festival hace visitas acústicas al templo con ayuda del Código de Las Huelgas y el órgano de la sede catedralicia. Y cerramos el Domingo de Resurrección en la Iglesia de Valdecabras con His Majesty's Sagbutts & Cornetts, que interpretan la Sinfoniae Sacrae de Gabrieli. Una semana de música sacra con una altísima calidad en una ciudad que inspira a vivir en otra época. Si pueden no dejen de acercarse a Cuenca si tienen el fin de semana libre, porque seguro que merecerá la pena.
Consulta aquí la agenda completa de la Semana de Música Religiosa de Cuenca.
Agenda del 26 de marzo al 1 de abril
- C(h)oeurs. Orquesta Sinfónica de Madrid y Les ballets C de la B. Coros de Wagner y Verdi. En el Teatro Real a las 20.00. Entradas: de 7 a 90 euros.
- Ciclo de lied. El barítono Gabriel Bermúdez interpreta obras de Schubert, Schumann, Wolf y Schoenberg. En el Teatro de la Zarzuela a las 20.00. Entradas: de 3 a 174 euros.
- Fundación Juan March. Recital de canto y piano. El barítono Domingo Cedrés y la pianista Ana María Gorostiaga. Obras de Gluck, Bellini, Donizetti y otros. En la Fundación Juan March a las 12.00. Entrada gratuita.
- Música para la Pasión. Anima Musica Consort interpreta obras de Monteverdi, Buxtehude, Ruimonte y Carlo Gesualdo. En la Parroquia Nuestra Señora de Covadonga a las 20.30.
- Música para la Pasión. Capilla Renacentista toca obras de Orlando di Lasso y Allegri. En la Parroquia de Santa Teresa y San José a las 20.00.
- I due Figaro. Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por Riccardo Muti. Ópera de Mercadante. En el Teatro Real a las 20.00. Entradas: de 9 a 390 euros.
- Auditorio Nacional. La Orquesta de la Comunidad de Madrid con el violinista Benjamín Schmid. Obras de Beethoven y Brahms. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 8 a 17 euros.
- Música para la Pasión. El grupo Commentor Vocis interpreta obras de Perosi, Goicoechea, Iruarrizaga, Iturriaga, Viñas y Marraco. En la Basílica Pontificia de San Miguel a las 19.00.
- I due Figaro. Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por Riccardo Muti. Ópera de Mercadante. En el Teatro Real a las 20.00. Entradas: de 9 a 390 euros.
- Juventudes Musicales. Les Musiciens du Louvre. La Pasión según San Mateo de Bach. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 55 a 110 euros.
- Opus Ultimum. El cuarteto de Tokio. Obras de Haydn, Bartók y Beethoven. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: 20 y 24 euros.
- Fundación Juan March. La soprano María José Montiel y el pianista Miguel Estelrich. Obras de D'Indy, Turina, Debussy, Satie, Ravel y Falla. En la Fundación Juan March a las 19.30. Entrada gratuita.
- Música para la Pasión. El organista Miguel Bernal y el cantante Héctor Guerrero interpretan obras de Franck, Beethoven, Rheinberger, Verdi y Wagener. En la Iglesia de San Antonio de los Alemanes a las 19.00.
- Música para la Pasión. La Schola Gregoriana de Madrid interpreta repertorio gregoriano. En la cripta de la Catedral de la Almudena a las 19.00.
- Música para la Pasión. El grupo Hora Ludens interpreta obras de Palestrina, Gounod, Mozart y Desprez, entre otros. En la Parroquia de San Lorenzo.
- Música para la Pasión. El pianista Daniel Ligorio toca obras de Scarlatti, Mompou y Liszt. En el Auditorio del Conde Duque a las 19.00. Entradas: 12 euros.
- Teatro Monumental. La Orquesta de RTVE dirigida por Walter Weller y con la violinista Alina Pinchas. Obras de Mozart. En el Teatro Monumental a las 20.00. Entradas: de 10 a 22 euros.
- Música para la Pasión. La sección femenina de la Schola Gregoriana de Madrid interpreta repertorio gregoriano. En la Basílica de la Virgen Milagrosa a las 18.00.
- Música para la Pasión. La sección masculina de la Schola Gregoriana de Madrid interpreta repertorio gregoriano. En la Parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel a las 20.45.
- Música para la Pasión. El pianista Daniel Ligorio toca obras de Scarlatti, Mompou y Liszt. En el Auditorio del Conde Duque a las 19.00. Entradas: 12 euros.
- I due Figaro. Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por Riccardo Muti. Ópera de Mercadante. En el Teatro Real a las 20.00. Entradas: de 9 a 390 euros.
- Concierto 300 años de la Biblioteca Nacional. La Orquesta Nacional de España con la pianista Judith Jáuregui y el guitarrista José María Gallardo del Rey. Obras de Rodrigo, Brotons, Rodríguez-Albert y otros. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 5 a 20 euros.
- Auditorio Nacional. La Orquesta Barroca de Sevilla dirigida por el violonchelista Christophe Coin. Obras de Haydn, Brunetti y Boccherini. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 4 a 15 euros.
- Teatro Monumental. La Orquesta de RTVE dirigida por Walter Weller y con la violinista Alina Pinchas. Obras de Mozart. En el Teatro Monumental a las 20.00. Entradas: de 10 a 22 euros.
- Fundación Juan March. El pianista Carlos Apellániz interpreta obras de Satie, Pulenc, Prokofiev, Schoenberg y Milhaud. En la Fundación Juan March a las 20.00. Entrada gratuita.
- Música para la Pasión. La Orquesta de Cámara Villa de Madrid interpreta obras de Pachelbel, Albinoni, Vivaldi, Bach y Mozart. En la Basílica de Nuestra Señora de Atocha a las 20.30.
- Música para la Pasión. El Cuarteto Assai interpreta Las siete últimas palabras De Cristo en la cruz de Haydn. En la Parroquia de Nuestra Señora de las Maravillas a las 20.30.
- Música para la Pasión. El Ensamble Thesavrvs interpreta la Misa de medianoche para Navidad de Charpentier. En la Parroquia de San Ildefonso a las 20.30.
- Música para la Pasión. El Trío Zarabanda toca obras del Barroco eclesiástico. En la Parroquia de Santa Cruz a las 20.00.
- Las noches del Real. Rafael Frühbeck de Burgos con la Orquesta Sinfónica de Madrid y el Coro Nacional de España. Obras de Brahms y Beethoven. En el Teatro Real a las 20.00. Entradas: de 6 a 80 euros.
- Juventudes Musicales. La Gothenborg Symphony Orchestra dirigida por Gustavo Dudamel. Obras de R. Strauss y Haydn. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 55 a 110 euros.
- Fundación Juan March. El organista Miquel González toca obras de Lidón, Jaraba, Durón, Nebra, Elías, Andreví y Eslava. En la Fundación Juan March a las 12.00. Entrada gratuita.
- Música para la Pasión. La Orquesta y Coro Melomadrit interpretan obras de Locatelli, Fauré, Marcello, Gounod y Vivaldi. En la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli a las 21.00.
- Música para la Pasión. El coro y orquesta de la Capilla Real de Madrid, Hippocampus y el Coro de niños de la Comunidad de Madrid interpretan La Pasión según San Mateo de Bach. En el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro a las 16.00.
- Música para la Pasión. El grupo vocal La Folía interpreta obras de Cima, Gabrieli y Corelli, entre otros. En el Auditorio del Conde Duque a las 19.00. Entradas: 12 euros.
- I due Figaro. Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por Riccardo Muti. Ópera de Mercadante. En el Teatro Real a las 18.00. Entradas: de 9 a 390 euros.
- Música para la Pasión. El coro y orquesta de la Capilla Real de Madrid, Hippocampus y el Coro de niños de la Comunidad de Madrid interpretan La Pasión según San Mateo de Bach. En el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro a las 16.00.
- Música para la Pasión. El organista Felipe López interpreta obras de Bach. En la Iglesia de San Ginés.
- Música para la Pasión. Il Parnasso musicale interpreta piezas de Tomás Luis de Victoria. En la Iglesia de San Nicolás de los Servitas a las 18.00.
Darán que hablar: Pablo Ferrández
300 años de batalla (imperial)
El dilema del Monumental
El Teatro Monumental fue inaugurado en 1923 como Teatro Cinema Monumental. Obra del arquitecto Teodoro Anasagasti, la belleza de su sala deja bastante que desear si se compara con otros teatros de la capital también levantados en el siglo XX: sin ir más lejos, el Auditorio Nacional. Probablemente su uso también como cine hizo que su concepción fuera más sencilla y que el escenario sea tan plano y abierto, sin telón ni grandes lámparas. Un teatro con historia, ya que allí fue donde estrenó Prokofiev su Concierto para violín y orquesta (su esposa, Lina, era una cantante madrileña).
Pero los años pasan para todos, y el Monumental ha dado ya un par de sustos a la orquesta y a sus aficionados. En 2007, una placa de ocho metros del falso techo se desplomó sobre el patio de butacas. Teniendo en cuenta la altura del Monumental, podría haber sido más que un susto si no fuera porque el derrumbe se produjo un domingo por la tarde, cuando no había conciertos ni gente ensayando, solo el guarda de seguridad, que estaba en el vestíbulo. Hace dos semanas el falso techo dio un nuevo aviso a los dueños del teatro, los herederos de Matías Colsada, cuando los empleados del teatro encontraron restos de yeso sobre algunas butacas y temieron un nuevo desprendimiento. Se suspendió el ensayo y los conciertos de ese fin de semana para prevenir disgustos, pero es una nueva prueba de que el Monumental necesita una solución urgente.
Además, se suma el hecho de que un teatro que acoge a la orquesta de una televisión pública (cuyos conciertos se retransmiten por televisión y radio) no está acondicionado para retransmisiones. Unidades móviles tienen que desplazarse hasta la sala cada vez que hay una grabación, por lo que se espera que el espacio de un teatro para la RTVE esté acondicionado con equipos de grabación, cabinas de realización y demás necesidades que parecen básicas para este tipo de orquesta.
Hace unos años se barajó la posibilidad de que la orquesta y el coro se mudaran al Palacio de la Música, en plena Gran Vía. Casualmente también era propiedad de la familia Colsada hasta que lo vendió a Caja Madrid para rehabilitarlo. Una sala esplendorosa cuya fachada ya está totalmente restaurada, pero cuya apertura en 2013 no va a ser posible. La crisis ha paralizado el proyecto hasta que vuelva la bonanza económica, así que vuelve a plantearse el dilema del Monumental. Así que vuelve la pregunta: ¿Dónde podría trasladarse la Orquesta de RTVE?
¿Estudias música? ¿Y qué más?
'Candide': Paco Mir y el optimismo
Il capo Rota
Creó parte de las melodías más hermosas y universales de la historia del cine. Pasaba desapercibido, y creía que la música debía estar al servicio de la emoción, desprovista de ornamentos innecesarios. Ahora, tres meses después de que Italia celebrase el centenario de su nacimiento, es más que necesario recordar a Nino Rota con motivo de los 40 años de El Padrino.
Cuenta la historia que un hombre esperaba el autobús. Federico Fellini lo vio tranquilo en la parada y se acercó a preguntarle qué hacía. El hombre le indicó que esperaba un autobús que Fellini sabía que no pasaba por allí. Intentó decírselo, pero el hombre insistía en que el autobús que esperaba pasaría por allí. Fellini siguió intentando convencerlo hasta que el autobús que no pasaba por allí paró ante ellos. Surrealista, descabellado, muy felliniano fue este primer encuentro entre el cineasta y Nino Rota.
"Me pongo cerca del piano en el que se instala Nino y le digo exactamente lo que quiero. Naturalmente, no le dicto los temas; sólo puedo guiarle y decirle justamente lo que deseo. De todos los músicos que trabajan en el cine, él es, a mi parecer, el más humilde", contaba Fellini. El cineasta hizo de Nino Rota su baluarte para que la música fuese un actor más de sus películas, y colaboraron mano a mano, de igual a igual, en 14 filmes para la eternidad (Amarcord, Otto e mezzo, La dolce vita...) y ello le llevó a colaborar con otros directores como Francis Ford Coppola (El Padrino), Franco Zeffirelli (Romeo y Julieta) o Lucchino Visconti (El Gatopardo).
En su música hay algo de Shostakóvich y de músico callejero, de trovador medieval y de sonata clásica. Y desafiando a todo lo anterior, la definición de su obra: neorromántica. En sus sencillas pero poderosas melodías está la esencia de su música: menos es más. Lo demuestra sin igual en las músicas compuestas para la película La Strada. Una melodía de trompeta simboliza todo su universo de tristezas y soledad, con un aire provinciano (Rota bebía sin descanso de las fuentes de la música popular italiana).
Pero Rota también era un maestro, un profesor, un humilde pero reverenciado artista, sobre todo para sus alumnos. Uno de ellos nunca ha creído que fueran suficientes los homenajes que se le hacían, por eso dedica buena parte de su vida a rescatar aquella música que vio componer a Rota desde el aula. Ese joven alumno es el director de orquesta Riccardo Muti que, fascinado por la música de su profesor, se ha encargado personalmente de que Italia y el mundo no se olviden de su música emprendiendo una maratón de grabacionescon sus mejores piezas, no solo las cinematográficas. "Rota escribió este tipo de música -sencilla- porque emanaba sentimientos que quería transmitir. Pero, como su alumno, puedo decirles que podía tocar Wozzeck al piano de memoria", defendía Muti en Chicago con motivo de un ciclo dedicado a su maestro.
Rota también tuvo una conexión madrileña: con el maestro de la Generación del 50, el compositor vasco Carmelo Bernaola. Entablaron conversaciones y mantenían la comunicación en la distancia pero, con la muerte de Bernaola, todo el trasfondo de aquella relación se fue con los compositores a los cielos. Su viuda admite que sí que hubo una relación fluída, pero que Bernaola se la guardó como un tesoro, y que no dejó transcrito nada que nos pueda servir para adivinar lo que hablaron o dejaron de hablar. En Madrid podrá escucharse la música de Rota y rememorar aquel encuentro en el concierto que darán con obras del italiano los solistas de la Orquesta Sinfónica de Madrid en el Teatro Real el próximo 1 de abril a las 12.00.
Ahora solo nos queda la música de un posverista que tuvo que luchar contra unas vanguardias que rechazaban su música una y otra vez. Nino Rota es, según Riccardo Muti, uno de los compositores italianos más importantes del siglo XX, a la altura de Puccini y Luciano Berio. Su música, discreta y sin alardes de grandeza, es la puerta más certera para conocer qué fue de este compositor milanés que se fue a morir a la ciudad eterna, quizá convencido por un Fellini que vio en las calles romanas todas las virtudes y maldades del mundo. Para los que solo conozcan la música de El Padrino, aquí les dejo una pequeña pero colosal Sarabanda y Toccata para arpa.
Darán que hablar: Andrés Salado
Tiene buen caracter, es cercano pero riguroso, sabe hablar con calma a la orquesta pero es inflexible con la ejecución. Un nuevo modelo de director que pretende aniquilar al 'director dictatorial' para establecer un tú a tú con los músicos sin perder el respeto. Se llama Andrés Salado, es madrileño, y viaja por las orquestas españolas curtiendo a los jóvenes intérpretes y acercando a un nuevo público a los auditorios.
No nos engañemos. Si no enseñamos a nuestros niños y jóvenes a amar la música clásica o, al menos, a disfrutar con ella, dentro de 50 años no será la crisis la que cierre los auditorios, sino la escasez de público. Andrés Salado, a sus 28 años, sabe que encandilar a los niños con esta música es importante, pero sin ser paternalista con ellos ni hablarles como quien le habla a un extraterrestre. Por eso los integrantes de la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid (Jorcam) que tocaron a sus órdenes el pasado diciembre acabaron encantados y están deseando repetir.
Es un director amable, no porque lo exija ningún código no escrito (la historia nos demuestra más bien lo contrario). "Karajan, Bernstein o Kemplerer han sido directores de un siglo, una historia y un estilo de vida que ya no nos pertenecen. Pueden volver modas, pero la imagen de director dictatorial ha pasado a la historia, porque ya no es necesario. Yo sonrío porque lo siento, no estoy fingiendo", explica. Y sonríe, y vuelve a sonreír, y resopla cuando los pentagramas le superan a él o a la orquesta. Sabe que no es un gran director, pero espera serlo algún día, a golpe de experiencia.
Percusionista durante años de esa misma Jorcam que dirigió desde el podio a finales de 2011, recuerda el compañerismo de aquellos días en los timbales, y de sus labios sale el nombre de Otto Kemplerer, aquel director que estrenó las óperas y sinfonías de los músicos rompedores del Berlín previo al fascismo. Que también era percusionista. "La percusión te da un gran sentido del ritmo y eso es fundamental para un director de orquesta: unificar y saber mandar", comenta.
Viene de Tenerife, donde ha dirigido conciertos para escolares, y ahora mismo está con la Sinfónica de Bilbao, dando conciertos didácticos basados en la Guía de orquesta para jóvenes de Benjamin Britten, esa entretenida y muy didáctica pieza en la que se presenta la orquesta a un público no aficionado. Y es que hacen falta ese tipo de directores que, como Salado, no viven enfrascados en la música, creyendo que lo demás que hay en el mundo es demasiado banal para prestarle atención. Presume de seguir quedando con sus amigos para echar pachanguitas los fines de semana, de pasar las noches tirado en el sofá no partitura en mano, sino viendo series; y presume de ser una persona normal, un chico de 28 años que no vive obsesionado con la música, a pesar de que sea uno de los ejes de su vida.
Salado seguirá intentando acercar a la juventus a este mundo al que hay demasiado polvo que quitar, el de la música clásica. Y quizá gracias a otros como él, dentro de 50 años, podamos ver más zapatillas que bastones en los auditorios. No es el primero: las óperas juveniles del Teatro Real, los conciertos para escolares del Auditorio Nacional, los encuentros de la Orquesta de la Comunidad de Madrid con colegios o el proyecto de crear una zarzuela entre mayores y niños de los Teatros del Canal son nuevas muestras de que hay que tomar cartas en el asunto. Mientras tanto, seguiremos de cerca el tono amable de este director que sigue buscando nuevos aficionados sin palabras ostentosas ni discursos demagogos. No le pierdan la pista, algún día sus hijos les hablarán de él. Y quizá les pidan que los lleven a un concierto.
Agenda del 19 al 25 de marzo
- C(h)oeurs. Orquesta Sinfónica de Madrid y Les ballets C de la B. Coros de Wagner y Verdi. En el Teatro Real a las 20.00. Entradas: de 7 a 90 euros.
- Ciclo de Scherzo. El pianista Alexei Volodin toca obras de Schubert, Bettoven, Chaikovski y Stravinsky. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 27 a 50 euros.
- Festival de Arte Sacro. El pianista Ángel Huidobro toca obras de Bach arregladas por Busoni. En los Teatros del Canal a las 20.30. Entradas: 5 euros.
- C(h)oeurs. Orquesta Sinfónica de Madrid y Les ballets C de la B. Coros de Wagner y Verdi. En el Teatro Real a las 20.00. Entradas: de 7 a 90 euros.
- Ibermúsica. La Royal Philarmonic Orchestra con Elisso Virsaladze al piano. Obras de Beethoven y Richard Strauss. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 70 a 188 euros.
- Fundación Juan March. Cuarteto Quiroga dentro del ciclo Turina en París. Obras de Turina y Brahms. A las 19.30 en la Fundación Juan March. Entrada gratuita.
- Departamento de vientos del Instituto Internacional de Música de Cámara de Madrid. Obras de Veress, Kurtag, Schulhoff y Mozart. En el Auditorio Sony a las 19.30.
- Ibermúsica. La Royal Philarmonic Orchestra con Julia Fischer al violín. Obras de Beethoven y Dvorák. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 70 a 188 euros.
- Coro del Teatro de la Zarzuela. Obras de Mendelssohn, Saint-Saëns y Britten, entre otros. En el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: 7 euros.
- Orquesta RTVE. Obras de Haydn, Glazunov y estreno del Concierto de violín de Jesús Torres. En el Teatro Monumental a las 20.00. Entradas: de 10 a 22 euros.
- Orquesta y Coro Nacionales de España. La Pasión según San Juan, de Bach. A las 19.30 en el Auditorio Nacional. Entradas: de 14 a 29 euros.
- Orquesta RTVE. Obras de Haydn, Glazunov y estreno del Concierto de violín de Jesús Torres. En el Teatro Monumental a las 20.00. Entradas: de 10 a 22 euros.
- Orquesta y Coro Nacionales de España. La Pasión según San Juan, de Bach. A las 19.30 en el Auditorio Nacional. Entradas: de 14 a 29 euros.
- Orquesta Sinfónica de Chamartín. Obras de Caneda, Brouwer, Belda y García Abril. A las 19.30 en el Auditorio Nacional. Entradas: 22 y 25 euros.
- Fundación Juan March. El cuarteto Quixote dentro del ciclo Músicas para el Rey. Obras inéditas de Brunetti y Santamant. En la Fundación Juan March a las 12.00. Entrada gratuita.
- C(h)oeurs.
Orquesta Sinfónica de Madrid y Les ballets C de la B. Coros de Wagner y
Verdi. En el Teatro Real a las 20.00. Entradas: de 7 a 90 euros.
- Orquesta y Coro Nacionales de España. La Pasión según San Juan, de Bach. A las 11.30 en el Auditorio Nacional. Entradas: agotadas.
- CNDM. The Gabrielli Consort toca el Réquiem de Cristóbal de Morales. A las 19.30 en el Auditorio Nacional. Entradas: de 4 a 15 euros.
- Coro de la Comunidad de Madrid. El coro interpreta obras de De Morales, Victoria, De Lasso y MacDowell. A las 12.00 en los Teatros del Canal. Entradas: desde 10 euros.
- Fundación Juan March. Recital de canto y piano. Obras de Gluck, Bellini, Donizetti, Tosti, Hahn, Sandoval y R. Halffter. A las 12.00 en la Fundación Juan March. Entrada gratuita.
El mapa musical de Madrid
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